Sanciones para todos. Desde el Comité de Seguridad Deportiva y la Liga Tucumana de Fútbol anunciaron que se tomarán medidas contra los clubes que no cumplen con las reglas para frenar a los violentos. Los duelos Unión Aconquija-San Pablo y Graneros-Jorge Newbery se suspendieron porque hubo enfrentamientos entre ambas parcialidades, cuando en realidad, los cotejos deberían haberse disputado con parcialidad local. Jorge Díaz, responsable de organizar los operativos de seguridad, confirmó a LG Deportiva que pedirá a la LTF que aplique la nueva reglamentación que castiga los clubes cuyas hinchadas generen incidentes. Por ese motivo, los "leones" de Yerba Buena y el equipo del sur de la provincia, podrán jugar sin público la fecha que les toque de local.
"No se respeta lo que se decide en las reuniones. Los árbitros son los únicos responsables de que esto ocurra. Ellos, si detectan público visitante, deben suspender el encuentro y eso no está ocurriendo. Si se hiciera eso, se los sancionaría a los clubes hasta con la quita de puntos", explicó Darío Zamoratte, presidente de la LTF.
En los dos encuentros suspendidos, los dirigentes aclararon que en las tribunas no había hinchas, sino jugadores de Sexta y Reserva y sus familiares. "Esa no es excusa. Los clubes saben que los chicos deben retirarse ni bien termina el encuentra para evitar incidentes. Es un tema que ya hemos hablado", comentó.
"En el partido contra Graneros no había hinchas nuestros. Nos atacaron los locales. Nos destrozaron nuestros vehículos y varias personas resultaron con heridas", se apuró en aclarar Omar Díaz, vicepresidente de Newbery.
Sin embargo, en el informe de la Policía, quedó aclarado que sí hubo hinchas en las inmediaciones del estadio y hasta esperaron la finalización del encuentro en la plaza del pueblo. Jugadores del "aviadores" informaron que hubo una pelea entre las hinchadas fuera del estadio.
El domingo, en el estadio de Lastenia, los simpatizantes de Atlético Concepción violaron la veda e ingresaron al estadio. Se juntaron con los de la "gloria", no generaron problemas, pero cantaron en contra de San Juan que jugaba a pocas cuadras del lugar. El árbitro Adolfo Lizárraga detuvo el encuentro, no para suspenderlo, sino para esperar que los simpatizantes de los "leones" se acomodaran en las tribunas.
"El árbitro solo recibe la designación y nada más. Llegan a los estadios, hacen la planilla y allí los uniformados les notifican si es con ambas hinchadas o no. Los jueces no están para controlar la puerta. Para ello están los responsables de Seguridad", aseguró Carlos Salado, director del Colegio de Árbitros.